Estas son las dos primeras preguntas que se hacen los padres y las madres al finalizar y comenzar un nuevo curso escolar. No todas las mochilas son iguales e igualmente cada edad del alumno nos marca el modelo de mochila escolar que necesita
Los dolores de espalada de los niños vienen directamente por una mala utilización de la mochila escolar o por usar una inadecuada
Para comenzar, el peso que el niño o la niña puede llevar en la mochila no debe exceder del 15% de su peso siendo recomendable un 10%. Para esto es muy importante que el niño organice el día de antes la mochila y consulte el horario de asignaturas para que lleve todo lo necesario pero, también, solo lo necesario.
La organización de la mochila tiene que empezar de dentro hacia fuera. Es decir, pondremos los libros más pesados y planos pegados a la espalda. Debemos llevarla colgada de los dos hombros para, de esta manera, repartir bien el peso. Nunca debemos llevarla colgada de un tirante porque provoca malas posturas.
Debemos recordar que en la etapa escolar los niños está en pleno crecimiento y si usamos mal nuestra mochila no solo provocará dolores de espalda en la niñez sino que también puede causar secuelas en la edad adulta.
Lo importante de una mochila no es su diseño o la moda que haya en cada año. Lo importante es la calidad de sus materiales.
Para que a una mochila se le pueda clasificar como adecuada para los niños deben tener unos requisitos básicos que ahora comentamos.
Hasta los seis años hay que elegir mochilas colgadas a la espalda. A partir de los 6 o 7 años es más recomendable las mochila con ruedas ya que los niños y niñas ya empiezan a tener que llevar un mayor número de libros desde casa a la escuela
A partir de los 6 o 7 años son las más recomendadas, según innumerables estudios, las mejores para las espaldas de los niños.
El correcto uso de las mismas, sabiéndolas cargar adecuadamente y distribuyendo el peso dentro de ella, provocan menos dolores de espalda. La distribución del peso interior es importante para que el niño pueda caminar recto sin tener que doblar la espalda y sobrecargar más una parte del cuerpo que la otra. El asa extensible de este tipo de mochilas ayuda a que se alcance la postura correcta.
La mochila debe adaptarse a la altura del niño y no fijarse solamente en el diseño.
Nuestros clientes confían en nosotros
Opiniones de nuestros clientes
Recibe nuestras novedades