Las pizarras magnéticas aumentan su practicidad con esta cualidad, ya que además de su función normal de comunicación mediante la escritura o dibujo la refuerzan con la posibilidad de apoyarse en imanes de distintas formas y/o tiras imantadas.
Se engloban en dos grupos principales, definidos por su proceso de fabricación: pizarras magnéticas de acero lacado y pizarras magnéticas de acero vitrificado. Además, mediante la adhesión al reverso de la pizarra, se consigue que las pizarras de cristal también se conviertan en magnéticas para así poder completar un producto con un elevado nivel.
Consejos para el buen mantenimiento de su pizarra
El principal consejo para un buen mantenimiento de su pizarra y para que su durabilidad sea la máximo posible es realizar una correcta limpieza de su superficie. Esta dependerá del tipo de superficie que sea (laminada, estratificada, acero lacado, acero vitrificado o cristal).
Todos queremos evitar las temibles "nubes", blancas en el caso de pizarras de tiza o negras en el caso de pizarras de rotulador. Estas "nubes" se crean en pizarras que tienen poro, como pueden ser las laminadas y en menor medida las estratificadas y de acero lacado. Las pizarras de acero vitrificado y de cristal no tienen poro y la tinta no penetra en ninguna proporción. Por eso son las mejores para escribir y fáciles de borrar sin ningún esfuerzo.
Es importante no dejar las pizarras escritas mucho tiempo, sobre todo si su superficie es laminada (melaminas). Limpiar con un borrador limpio y de vez en cuando, con un trapo humedecido con agua y jabón neutro. Después limpiar y secar. También se pueden emplear productos especiales de limpieza de pizarras pero NUNCA utilizar alcoholes y productos químicos /abrasivos que pueden deteriorar la superficie y a veces de manera irrecuperable (como en el caso del acero lacado).
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